Cartagena Colombia: Mi Diario
Hola!
Estoy super emocionada de compartir con ustedes mi experiencia en el último viaje que hice a Cartagena, Colombia.
Siempre me gusta ir en un pequeño viaje en mi cumpleaños y este año escogí Cartagena. No estudié mucho ni la historia ni la cultura de Cartagena antes de ir pero si busque lugares donde comer y dónde quedarnos. En cuanto llegamos todo se volvió más espontáneo. En este pequeño diario quisiera compartir mi experiencia como fue en Cartagena. Quiero compartir lo bueno y lo que me hubiera gustado saber antes de ir.
Mi experiencia en Cartagena en realidad fue excelente! La Ciudad Antigua es muy bonita, está llena de color, de arquitectura colonial española, de gente buena onda y comida deliciosa. Creo que la comida fue una de mis cosas favoritas. Hubiera querido tener un estómago más grande para poder tratar más, comer más y tomará más. Las bebidas también espectaculares.
Día uno: Llegamos el miércoles como a la una de la tarde y tomamos un taxi hacia nuestro hotel. Esta fue la única parte que no me gustó de nuestro viaje en realidad toda la experiencia desde que llegamos a buscar nuestras maletas hasta que llegamos al hotels fue mala.
Cuando salimos de inmigración a agarrar nuestras maletas había unos hombres que trabajan ahí para ayudarte no sé si trabajan para los taxis o para el aeropuerto pero el chistes es que están ahí. Dispuestos a ayudarte sin mas ni mas. Nosotros dijimos no gracias y continuáramos buscando nuestro equipaje, pero uno de los señores fue muy persistente nosotros deberíamos haber sido igual de persistentes cuando no dijimos gracias. sólo para tomar un minuto para buscar la dirección de nuestro hotel, cambiar un poco de dinero y ver cuál era el siguiente paso. Obviamente iba a ser llegar al hotel pero no nos dieron ni un minuto para pensar. Prácticamente nos quitaron la maleta de la mano para ponerla en un carrito. Todo se sintió muy apresurado. (Tip número uno) mi consejo es estar listo para esto o ser muy claro con ellos y decirles que no necesitas un taxi hasta que en realidad lo necesitas. Toma tu tiempo y fíjate cuál es tu siguiente paso.
Tip numero dos: Mantente firme con tu plan y no escuches al taxista si te trata de convencer que el lugar en el que tú vas a hospedarte no es el mejor para ti. Si tú hiciste bien tu tarea en respecto a el lugar en donde te vas a quedar, quédate ahí! Lo que leíste, buscaste y encontraste en respecto a tu hotel es verdad! Algunos taxistas agarran comisión por llevar a gente a ciertos departamentos o hoteles. A veces algunos taxistas hasta te van a llevar por lugares que no se ven muy bien, que hasta se ven un poco peligrosos solo para convencerte que el lugar en donde vas a hospedarte no es el mejor. No les hagas caso! Se que es un poco difícil de creer que algo así pasaría pero a nosotros nos pasó. Te aconsejo que tengas el número de teléfono de tu hotel enfrente de ti en caso de que lo necesites y que le pidas a tu taxista que por favor te ayude a buscar tu hotel. Eso te lo digo porque a nosotros nuestro taxista nos iba dejar nada más ahí cerca del hotel, sin decirnos dónde era ni ayudarnos a buscarlo.*** Noten no todos los taxistas son así! todos los otros taxistas fueron muy amables aunque todos te preguntan de dónde vienes y te tratan de vender sus servicios de tour todos los fueron muy placenteros y nos ayudaron bastante.
Bueno para no hacerles el cuento muy largo nos quedamos en dos hoteles. Si! El taxista que nos tocó puedo jugar con nuestra mente, pero no nos quedamos en uno de los lugares que él recomiendo aunque fue muy persistente y dimos unas cuantas vueltas extra porque quería que nos quedáramos en otro lugar, nosotros nos quedamos en un hotel que conocimos de aquí de estados unidos se llama Holiday Inn, localizado en Boca Grande. Después de descansar un poco y refrescarnos decidimos regresar al hotel que habíamos reservado antes cual se llama Casa Pizarro Hotel Boutique, localizado en la área de Getsemaní. Al fin del viaje fue una muy buena decisión habernos hospedado en dos hoteles, porque de esta manera disfrutamos un poco más de Cartagena. Disfrutamos mucho la playa en Boca Grande al igual que la Ciudad Antigua cerca de Getsemani. Are un review de los dos hoteles en el síguete post.
Terminamos nuestro primer día con una cena deliciosa al lado de Casa Pizarro. Moriamos de hambre y decidimos ir a el restaurante Las Indias Boutique Gourmet. Lo tuvimos para nosotros solitos esa noche no había nadie más dentro. Hasta el dueño/chef vino a platicar con nosotros. A mí me pareció que fue un muy buen detalle de su parte. Me encantó la experiencia porque nos explico el proceso que llevaron los platillos que comimos. Se quedó a platicar un poco más con nosotro e incluso nos dio varios buenos consejos para los días que nos esperaban en Cartagena. Disculpen teníamos tanta hambre y estábamos tan emocionados para comer que se nos olvidó tomar fotos de la comida y de el lugar, pero nuestro aperitivo fue mi favorito unas arepas riquísimas!
Día 2: El segundo día se trato de caminar, caminar, caminar y más caminar! Decidimos empezar explorando Boca Grande primero. Al principio empezamos caminando por la banqueta y poco poco nos acercamos hacia la arena y el agua. En la banqueta hay muchos vendedores vendiendo todo tipo de cosas de de lentes de sol y gorros, tours, comida, masajes y hasta cerveza. No pudimos dejar pasar la cerveza! Compramos una, hacía muchísimo calor. Caminamos un poco más por la playa y poco a poco nos fuimos a explorar la zona residencial de Bocagrande y nos topamos con una pequeña panadería. Cuando viajamos nuestra meta es probar la comida auténtica de el lugar en el que estamos y esa pequeña panadería parecía que era exactamente eso. Compramos dos panecitos uno de dulce de leche y otro relleno de queso estaban riquísimos.
Llegamos a nuestro hotel y decidimos tomar un pequeño descanso antes de seguir la caminata en la Ciudad Antigua. Nuestro almuerzo fue en un restaurante que nos recomendó a nuestro taxista, el lugar se llama La Mulata. En La Mulata ordenamos unas costillitas de tamarindo, a mi me encanta el tamarindo haci es que las tenía que probar y fueron acompañas de una ensalada deliciosa de piña, zanahoria, mango y pepino.Cuando el taxista nos recomendó este restaurante nos dijo algo que se nos quedó con nosotros durante toda nuestra estancia en Cartagena. Lo que nos dijo fue que un buen restaurante usualmente tiene precios razonables y siempre están lleno de gente y no tiene empleados afuera tratando de hablar a la gente para que entre. Tenía tanta razón ese restaurante está casi lleno y fue riquísimo.
Después de comer tanto lo único que necesitábamos era caminar, empezamos nuestra travesía en la Ciudad Antigua. Sin ninguna dirección mente caminos admirando todo las boutiques, hoteles, restaurantes, las paredes coloridas y la gente. La Ciudad Antigua me encanto, esta tan llena de color y todas las puertas muy bonitas hechas de madera y un poco más grandes de lo normal.
Encontramos un pequeño mercado pero en vez de entrar no subimos hacia una rampa que nos llevó hacer La Muralla. La Muralla fue construida de piedra hace muchísimos años para proteger a Cartagena de ataques extranjeros. La verdad es que no no sabemos la historia entera pero no si me encantó caminar arriba de ella. La vista desde ahí es muy bonita perfecta para disfrutar un atardecer. Encontramos un restaurante muy bonito arriba de la muralla y pensamos regresar el sábado porque fue el día que nos dijeron que tocaban música de salsa pero desafortunadamente tenían un evento privado ese día y ya no pudimos ir. Seguimos la caminata y bajando la muralla encontramos varios puestos de vendedores ambulantes que tenían muchísimos recuerdos de Cartagena y también tenían muchas bolsas tejidas a mano, muy bonitas llenas de color.
Decidimos terminar la noche en nuestro hotel disfrutando de unos cócteles.
Día 3: Por la mañana del tercer día decidimos aprovechar y disfrutar de la piscina en Casa Pizarro antes de ir a almorzar en la Ciudad Antigua. Ahí queríamos probar la comida de un restaurante del cual mucha gente habla, La Cevicheria. Caminamos hacia La Cevicheria pensamos que era fácil llegar, nos perdimos por un rato y estuvo divertido porque exploramos más por el centro hasta que empezó a llover. Finalmente encontramos este famoso restaurante. Estaba lleno de gente, pero tuvimos suerte y no esperamos por una mesa. La comida fue deliciosa. Yo ordené una Mulata Paella, me encanto! Tenía diferentes mariscos y el arroz fue sazonado con coco, un platillo típico de Cartagena. Mi novio ordenó Tostónes Fritos de La Madre Teresa. A mí me recordaron a las tostadas mexicanas que acostumbro a comer pero estás con un sabor muy diferente. Muy ricas! Eran camarones sazonados con salsa de curry encima de los tostones fritos. Las limonadas también estaban muy ricas. Pedimos una de menta y una de coco la de menta tenía un sabor muy cercano a un mojito pero obvio sin alcohol y la de coco fue un poco más cremosa. Me encantaron las limonadas en Cartagena, todas recién hechas y mezcladas con una variedad de frutas. Las bebidas perfectas para el calorsito rico de Cartagena.
Después de esta gran comida, regresamos a Casa Pizarro para disfrutar del atardecer en la terraza.
Día 4: A mí me encanta ir a la playa, así que pasar un día en las playas de Cartagena era mandatorio, especialmente con el agua que está calentita, con la temperatura perfecta no como las playas de California que siempre están heladas. Caminamos en Bocagrande en búsqueda de un lugarcito que no tuviera mucha gente o vendedores. Leí muchos reviews en diferentes sitios de internet que decían que las playas estaban sucias, pero eso no es verdad. La arena es gris pero la playa está limpia. No hay basura en la arena ni en el agua, el agua es clarita y riquísima! Disfrutar un día en las playas de Cartagena es algo que todos deberían de hacer.
Disfrutamos tanto la playa que no nos queríamos ir pero era hora de regresar a nuestro hotel. La larga caminata nos abrió el hambre especialmente cuando pasamos enfrente de un restaurante un poco escondido. Holia delicioso, creo que el aroma nos atrapó y nos quedamos. No era parte del plan pero pues aveces tienes que hacer cosas espontáneas. No sabíamos qué esperar de este restaurante porque no había mucha gente y nadie no lo recomendó pero hasta ahorita no habíamos probado algo que no nos gustara. Aquí ordene Arroz con Mariscos, la especialidad de la casa. Sabía muy rico era como paella pero el arroz lo cocinaron con curry por eso es un poco amarillo. En realidad a mí me gusto mucho el arroz de coco y pensé que este arroz sería de coco, no lo fue pero de cualquier manera fue muy rico. El platillo de mi novio también fue riquísimo, la carne estaba tan suavecita y cocinada a la perfección, acompañada con chimichurri, yuca y salchicha. Ordene una limonada de guanábana y está fue una de mis favoritas. Guanabana es una fruta que me encanta pero no es fácil de encontrar en California por eso aproveche cada vez que podía ordenarla en Cartagena.
Nos refrescamos y fuimos a Getsemani para descansar un poco antes de salir por la noche. El plan era de ir a Demente, un bar en Getsemani pero . una vez más caminamos y no lo podemos encontrar haces que decimos seguir explorando la ciudad. . la noche era bellísima estaba calientito y toda la gente caminando en la calle. . Había muchos restaurantes abiertos en la área así es que decidimos caminar hasta que encontramos uno que no llenó el ojo. Cháchara! Me encantó la decoración en cuanto entramos al igual que la vibra y nos dijeron que iban a tener música en vivo. Cuando nos dijeron que era comida americana, casi nos salíamos porque queríamos comer de los lugares típicos de Cartagena y nosotros podemos comer comida americana cualquier otro día. Nos quedamos y fue una muy buena decisión la comida estuvo riquísima. Aquí comimos un plato de pescado y otro de pollo, los dos fueron sazonados de una for que que no abismos comido antes. Nos encantó la música en vivo, estaban cantando en inglés y en español y fueron canciones que nos gustaban. Nos quedamos disfrutando unas cervezas y la música en vivo hasta que terminó.
En camino a Casa Pizarro la calle se sentía como una fiesta, estaba llena de gente en vez de carros. Había muchos restaurantes abiertos repletos de gente y la plaza con mucha gente también nada más tomando y disfrutando de la noche y shows de baile al igual que imitaciones. No podíamos seguir hacia nuestro hotel sin parar por unos minutos. Hacía es que decidimos comprar una paleta de hielo y un poquito después una cerveza para disfrutar de un show de Michael Jackson y uno de breakdance. En cuanto empezaron a cerrar algunos restaurantes nosotros nos fuimos de regreso a Casa Pizarro.
Día 5: Noooo! Nuestro último día! Como disfrutamos tanto de la comida decidimos y pensamos que había mucho más para probar, caminamos hacia ciudad antigua para poder tratar más de los antojitos típicos de Cartagena. Nuestra estrategia en el quinto día fue caminar en ciudad antigua entrar a los pequeños lugares que nos atraían sin comer mucho sólo pequeños platos para poder probar más cosas. La primera parada fue en Folklore Colombian Cafe. Esta fue una de mis experiencias favoritas en todo el viaje. En realidad les recomiendo mucho pasar a este café si algún día van a Cartagena. Cuando entramos todos son muy amables pero quien realidad esa referencia en esta experiencia fue Gabriel experto en café/mesero que nos atendió una cuál es su título oficial pero fue de lo mejor. Primero llego a nuestra mesa con tres diferentes tipos de granos de café, explicó extensamente el sabor de cada uno y nos dejó olerlos. Regresó con el café ya molido y lo hizo enfrente de nosotros cuando al mismo tiempo nos daba una pequeña clase de café explicando la importancia del proceso de hacerlo para poder adquirir la esencia verdadera y el sabor puro del café. La manera en cuál el café se toma y se hace aquí en Estados Unidos es bastante rutinaria que en cuanto el vino no se explicó con tanta pasión y tanto conocimiento de este proceso fue muy placentero. una experiencia muy bonita de aprendizaje. Éste sin duda fue uno de los momentos más memorables de nuestro viaje porque gracias a su atención hacia nosotros al igual que hacía el café sentimos como que no llevamos un poquito de Cartagena y de la cultura Colombiana con nosotros a nuestra casa.
La malteada en la foto estaba deliciosa era de café. Para acompañar nuestro café ordenamos una torta de ciruela y un panesito relleno de queso. Muy rico todo.
Terminando las experiencia con el café continuamos nuestra caminata y encontramos otro pequeño lugar. Este era otro café pero lo que nos atrajo fueron las empanadas. Teníamos que hacer una parada aquí porque aún no probamos las empanadas de Colombia. El lugarcito se llama Se Volvió Prispi, y aquí ordenamos una empanada de pollo con uvas y otra de salchicha, las dos eran muy ricas pero creo que me gustó más la de mi novio (la de salchicha). Si deseas probar ese lugarcito cuando estés en Cartagena que no se te olvide ponerle salsa a tus empanadas creo que ahara un gran diferensia, a nosotros se nos olvido:(. Aquí ordenamos también una bebida de lulo, en realidad nunca escuchado de lulo, aún no sé qué es pero bueno como queríamos probar cosas diferentes compramos una de esas, muy buena decisión estuvo muy rica. En cuanto terminamos aquí me puse un poco triste porque después el café y la empanada ya se había llenado mi estómago, ya no daba para más. Mi novio compró una empanada más en el camino en otro lugarcito. Compramos unos cuantos recuerditos para traernos y caminamos un poquito más. Finalmente después de caminar y buscar todos los días encontré la bolsa que quería del tamaño que quería en el
color que quería. Las bolsas son hechas a mano y casi todas las muchachas caminando tienen una. Sólo faltaba la mía y la encontré! . Yo compré la pequeña porque pensé que la usaría más seguido. Estaba a punto de comprar la grande que es la que casi todas las muchachas traían. tal vez si me hubiera quedado un dia mas en Cartagena hubiera regresado con tres de esas pero tal vez en el siguiente viaje las compro. Bueno después de la compra de mi bolsa era hora de regresar a Casa Pizarro y disfrutar un ratito más en la piscina antes de irnos a cenar.
Nuestra última noche terminó con una cena cerca de Casa Pizarro porque empezó a llover muy fuerte con relámpagos y truenos. La Basílica Pizzería fue una idea genial. El tamaño de la pizza fue perfecto para dos personas y nos gustó tanto que compramos una mas para llevar a nuestro hotel. Pareciera que en este viaje estamos determinados a subir de peso, haha no pero en realidad la pizza nos gustó mucho y toda la comida en general. Se llego la hora de regresar a casa. El review de los hoteles vendrá pronto y abajo les dejo los links de los lugares a los que fuimos.